Son muchas las actividades con las que podemos calmarnos, una de ellas es estar atentos a la respiración. Una práctica puede ser estar sentados en una silla con la espalda apoyada en el respaldo, la piernas apoyadas en el suelo sin cruzar y las manos apoyadas sobre los muslos. Entonces inspiramos (meter aire en nuestros pulmones) profundamente y luego espiramos (sacar el aire de nuestros pulmones) despacio durante un minuto. Esta práctica puede ir acompañada de música relajante que podeis encontrar en Youtube o Spotify. Esta misma práctica se puede hacer caminando por casa al ritmo de la respiración.
Además, existen muchos videos en Youtube pero os he seleccionado algunos que hemos practicado en clase (pincha el enlace, después del número y en las palabras que veas en otro color y podrás ver el video):
1. Manos en movimiento
Consiste en repetir sa-ta-na-ma a la vez que se toca cada uno de los dedos haciéndolo coincidir con cada sílaba, como se ve en los videos. Que no se os olvide que sa-ta-na-ma hay que decirlo en voz alta.
2. Meditación guiada
En este caso nos colocamos en una posición cómoda y una voz va a ir guiando nuestra relajación.
3. Bote de la calma
Esta botella puede servir para cuando estamos nerviosos o tristes y queremos tranquilizarnos, nos fijaremos en la purpurina cayendo y intentaremos volver a esa sensación de calma. Ya sabeis que cuando estamos muy nerviosos o enfadados no es el momento de hablar, es mejor apartarse para tranquilizarse y luego poder hablar ya más serenos.
Además, no hace falta tener todos los ingredientes que aparece en el video, si no tenemos estrellas, no pasa nada, sólo con purpurina también está bien.
¡Animaros a practicar Mindfulness!
